Coihaique es la capital de la Región de Aysén. Tiene poco más de 50.000 habitantes. Después de tantos días por el monte y pasando tan solo de vez en cuando por pueblicos y casas aisladas de pobladores, me apetecía bastante volver un poco a la “civilización”. Me estoy quedando en casa de una pareja de chilenos, Shayen y Diego, con los que contacté a través de Warm Showers (una web en la que se ofrece alojamiento entre cicloturistas de todo el mundo). Son una pareja de unos veinte añicos que estuvieron el año pasado viajando en bici por Europa. En casa también están dos franceses y han preparado para cenar unos tacos mexicanos y tarta de manzana, un cambio importante y muy sabroso en mi monótona dieta de pasta y arroz.
Desde que salí de Caleta Tortel, el tiempo ha ido mejorando considerablemente. Mucho sol y más de 30ºC al mediodía, lo que me ha permitido darme frugales baños en algunos de los lagos por los que paso.
Con Shayen, Diego y los ciclistas franceses. |
Desde que salí de Caleta Tortel, el tiempo ha ido mejorando considerablemente. Mucho sol y más de 30ºC al mediodía, lo que me ha permitido darme frugales baños en algunos de los lagos por los que paso.
En Cochrane, donde me aprovisioné de comida, me dijeron que había un atajo, cruzando el río Baker, que luego volvía a la Carretera Austral unos kilómetros más adelante. El río se cruza en una balsa, que según me dijo el balsero tiene más de 40 años. La balsa se desplaza por la propia fuerza de la corriente. Hay una sirga de lado a lado del río y la balsa se sujeta a ella a través de unas cadenas y unas poleas. En función del ángulo que le dan a la balsa, ésta se desplaza en un sentido o en otro de la orilla. Me dijo que en esta zona, antes se cruzaban todos los ríos así, pero al ir construyéndose los puentes, ya sólo quedan en funcionamiento tres de ellas.
Después el camino remonta en una fuerte subida al monte hacia un lugar conocido como Colonia Norte. Aquí hay casas aisladas de pobladores que viven del ganado vacuno y de vender leña. Sólo aprovechan la leña caída y la de los pies secos, cosa que abunda mucho en estos bosques de lengas. El CONAF (organismo dependiente del Estado que se encarga de gestionar los bosques) no les deja cortar árboles en pie porque no tienen plan de manejo al tener conflictos con la propiedad. Tampoco les deja desbrozar ni quemar para mantener los pastizales. Se ve que aquí fueron estableciéndose los colonos cuando llegaron y ahora no se sabe muy bien que es de cada quien.
Balsa en el Baker |
Al poco de regresar a la Carretera Austral se pasa muy cerca de la confluencia de los ríos Baker y Neff. Aquí el Baker cambia su color turquesa a lechoso por el sedimento glaciar que trae el río Neff desde el Campo de Hielo Norte.
Mirando y mirando el mapa de la Carretera Austral, hay un desvío hacia el Oeste desde Puerto Tranquilo que llega hasta Bahía Exploradores en el Pacífico. Se trata de un camino abierto recientemente que sigue el curso de un valle que cierra por al norte al Campo de Hielo Norte. Entre la curiosidad que tenía de asomarme al campo de hielo y de llegar a un lugar con un nombre tan sugerente como Bahía Exploradores, me desvié por unos días de mi rumbo siempre al Norte. A los 52 km se llega a un sendero por el que se sube a un mirador desde el que se divisa el Glaciar Exploradores y el monte San Valentín, que con sus 4.058 m, es el más alto de la Patagonia. La verdad que da un poco de pena ver como va retrocediendo el glaciar, observándose una gran morrena de depósitos arrastrados por el glaciar que ha ido dejando atrás en su retroceso.
Jaime dijo que algunas veces los pudús van a comer a la pampita que hay junto a su casa. Se trata de unos pequeños ciervos, del tamaño de una cabra. Se creía que estaban en peligro de extinción, pero debe haber más de los que parecía, lo que pasa que con la llegada del los colonos y sus perros se hicieron muy huidizos y se refugiaron en lo más profundo de los bosques.
Al día siguiente, Jaime me cruzó el río en su barca y pude hacer los 10 Km restantes hasta el muelle. Resulta ser un muelle fluvial y no llegué a ver el mar. Las desembocadura del río es una zona de marismas y aguas embalsadas con juncos de la que salí pitando cuando aparecieron los mosquitos. Me quedaba deshacer los 85 Km de nuevo hasta Puerto Tranquilo por un camino en muy mal estado, con el ripio muy suelto y bastante calamina (es el ondulado que se forma en el camino por el paso de los vehículos que hace que vayas botando en la bicicleta).
Después del lago Bertrand, la carretera bordea el lago General Carrera, y como casi todas las carreteras que bordean un lago, son continuos repechos rompepiernas que se hacen durillos. El lago General Carrera es el segundo más grande de Sudamérica después del Titicaca, ademas de ser el nacimiento del río Baker, el más caudaloso de Chile. El lago lo comparten con Argentina donde se le conoce como lago Buenos Aires. De todas formas, los tehuelches, que ya llevaban aquí más de 10.000 años cuando llegaron los colonos, lo llamaban lago Chelenko (aguas turbulentas).
Una vez pasada Villa Cerro Castillo afronté mi primer gran col, la Cuesta del Diablo. Un puerto de 14 Km con una pendiente media del 8% que subí al final de la jornada y se me atragantó bastante. Por suerte la carretera desde Villa Cerro Castillo a Coihaique esta asfaltada. No pisaba el asfalto desde hacía más de 800 Km.
Una vez pasada la zona montañosa de la Reserva Natural de Cerro Castillo, el valle se va abriendo bastante y el paisaje es parecido a la Ultzama, con grandes praderas de siega y muchas vacas. En algunos prados todavía se ven los tocones imputrescibles de las lengas y cohiues que quemaron para crear estas zonas abiertas.
Un tema muy candente en esta región son los proyectos para construir represas (presas para producir energía hidroeléctrica) en muchos de sus ríos. Me junté con unos periodistas que estaban grabando un documental sobre el asunto y me contaron algo. En concreto en el río Baker, que me ha acompañado durante muchos kilómetros, la concesión la tiene ENDESA. También tienen concesiones otras empresas extranjeras: suizas, canadienses... Si al final las construyen se cambiará totalmente la dinámica de los ríos, con sus efectos sobre el paisaje, flora, fauna, inundando amplias zonas. Y sobre todo el impacto que causarían los tendidos del alta tensión rasgando estos paisajes tan bien conservados hasta el día de hoy. En la región no va a quedar ningún beneficio porque la electricidad se transporta más de 2.000 km al Norte, con la consiguiente pérdida de energía, para abastecer a la zona de Santiago y más al Norte a las grandes fábricas de aluminio. Parece ser que los medios de comunicación más importantes, controlados como siempre por los poderosos, venden la idea como un bien necesario para el desarrollo y una energía verde y limpia. La Región de Aysén es la tercera más grande del país pero solo supone un 2% de la población y eso son muy pocos votos. Sin embargo, se está haciendo una fuerte campaña en contra de las represas por parte de algunos grupos críticos y parece que la opinión pública de Santiago está empezando a cambiar.
Pues nada, después de esta chapa me despido con el lema que más se oye por aquí:
PATAGONIA SIN REPRESAS!!!
Coihaique, provincia de Coihaique (XI Región de Aysén) Chile
Km 2.467
Bueno rubento,
ResponderEliminarTe envío el primero de losm comentarios a tus andanzas.
Ánimo y ... hasta Bolivia.
Sigue tenioéndons informads.
Jorge
Voy a reengancharme al blog Rubén.
ResponderEliminarQué rabia lo de las eléctricas... En fin.
Saludos barañaingos!!
*Soli*
Kolumbus,menuna txapa.Estas hecho un makina.Saludos de la familia salinas echave,cuidate y suerte.
ResponderEliminarEse txirrindulari valiente!!
ResponderEliminarYa ves que tu club de fans va creciendo. Con mucha envidia e interes te seguimos desde Gares. Rima y todo, jaja.
Animo mutil!!!
Felicitaciones por tu espectacular viaje.
ResponderEliminarDesde Chile un abrazo a la distancia
y como dices al final de tu relato...
...PATAGONIA SIN REPRESAS!!!!