En la casa de ciclistas de Trujillo

A Trujillo llegué desde Lima con el alemán Florian. Somos los visitantes 1531 y 1532 de la casa de ciclistas de Trujillo, donde Lucho y su familia llevan acogiendo a ciclistas de todo el mundo desde 1985. Lucho es un apasionado de la bicicleta, tiene un pequeño taller de reparaciones y aparte está metido en mil historias más. En la casa hay ya siete libros donde los ciclistas que han pasado por aquí escriben comentarios, consejos, ponen fotos, dibujos, mapas... muy interesante. Ahí he visto comentarios de muchas personas que he conocido en la ruta o sólo a través de internet. Hay personas que llegan desde Alaska, otras van subiendo desde Usuahia, otros están dando la vuelta al mundo, haciendo zigzags por el continente... Por aquí han pasado casi todos, como Heinz Stücke (pedaleando por el mundo desde 1962!!!) o el biciclown. Se respira un ambiente ciclista por todas partes... el hijo pequeño de Lucho que tiene cuatro años se llama Lance, en honor a Amstrong.

Llegamos la víspera de la XXI Gran Clásica Amistad, que la estaba organizando Lucho con la ayuda de Andrés, un ciclista colombiano que ya llevaba unos días en Trujillo. Este año la prueba era una duatlón, consistente en dar 5 vueltas corriendo a un parque de 700 m cada una, después 21 vueltas en bicicleta y finalmente otras 5 vueltas corriendo. Lucho nos pidió que participásemos para darle un carácter "internacional" a la prueba, así que no quedó otra. En bici podría estar todo el día dando vueltas al parque, pero correr no es lo mío, así que llegué bastante jodido y con un dolor de piernas que me duró tres días. Resulta que fui el primer extranjero en llegar (solo estábamos tres, jajaja) porque el alemán se retiró y el colombiano aún llegó más jodido que yo y como premio me dieron un vale para la peluquería que me vino de primera.

Después llegó a la casa Axel, un argentino que viene pedaleando desde Alaska con el que hice buenas migas y por la noche aparecieron tres brasileños con toda la ropa, los brazos y la cara negros. Venían de Huaraz y uno de ellos rompió la parrilla, así que hicieron dedo y les cogió un camión que transportaba carbón por lo que llegaron de esa guisa. También estaba una francesa de 63 años que empezó el viaje en Venezuela y quiera llegar a Usuahia escalando, además, un monte en cada país.

Haciendo un poco de publicidad de la  carrera por las calles de Trujillo

Lance, el hijo de Lucho, el ganador de los chiquitos

El podium de extranjeros que hicieron bastante el ridículo

Con los otros ciclistas de la casa de la amistad

Lucho y su mujer, Araceli, preparando panqueques

Trujillo es la tercera ciudad más grande de Perú, está muy cerca de la costa y tiene varios mercados donde se come muy bien y muy barato. La zona fue habitada por dos civilizaciones fundamentales del antiguo Perú, Moche y Chimú, por lo que hay muchos restos arqueológicos en los alrededores. Fuimos a visitar Chan Chan, la ciudad de barro más grande la América prehispánica. Se considera que fue la capital del reino Chimú y que albergó a más de 100.000 personas. Sin embargo, la visita nos defraudó bastante, no es nada espectacular y los relieves de los muros de figuras geométricas, animales y seres mitológicos, se están reconstruyendo con fibra de vidrio... bastante descafeinado.

Muy cerca de Trujillo está la playa de Huanchaco, un sitio muy agradable donde se puede practicar surf y comer pescado o cebiche. Ahí lo pasamos mejor, haciendo el gamba con un caballito de totora, la embarcación tradicional que utilizaban los pescadores de esta zona.

Plaza de Armas de Trujillo

Chan Chan

Playa de Huanchaco

Con el caballito de Totora

Despedida del argentino Axel y el colombiano Andrés

Han sido unos días muy buenos, en muy buen ambiente con los otros ciclistas y la familia de Lucho. No veía el momento de reanudar la ruta pero había que partir de nuevo. En vez de ir por la costa desértica por la panamericana que es horrible, me he metido otra vez en una nueva embolada: ir por una carreterilla secundaria a Cajamarca para evitar pasar por Paiján, famoso por los asaltos a ciclistas, de ahí hacia Chachapoyas y entrar a Ecuador por la selva. Y está siendo muy duro. Desde Cascas subí durante 35 Km 1.600 m de desnivel por una pista de tierra muy mala hasta Contamazá, para luego volver a descender hasta Chilete, situado a 870 msnm, ya en la carretera asfaltada que va Cajamarca desde la costa. Hoy me he pegado subiendo 73 Km seguidos, 2.300 m de desnivel hasta el Abra El Gavilán (3.150 msnm), para llegar a la ciudad de Cajamarca la capital del departamento. Me gusta subir, pero está siendo demasiado... 

Al fondo se ve la pista por donde iba subiendo

En la Plaza de Armas de Cajamarca, el conquistador español Francisco Pizarro, hizo prisionero a Atahualpa, el último emperador inca que se había revelado contra los opresores. Los últimos meses de su vida estuvo prisionero en el cuarto de rescate, situado a media cuadra de la plaza. Aunque emisarios provenientes de todo el imperio llenaron este aposento con oro y plata, el inca Atahualpa fue condenado a morir bajo la pena de garrote.

Plaza de Armas de Cajamarca 

Ahora me esperan unos días muy duros para atravesar la Cordillera Central y bajar al departamento de Amazonas.

Cajamarca, departamento de Cajamarca (Perú)

Km 11.375

PD. Portaros bien el día del Txupinazo que la resaca no perdona...